Plaza & Janés, Barcelona, 1980, 268pp., rústica, ilustrado con fotografías. 

María Mercader se enietró con Vittorio de Sica cuando ero jovencísima.

Con él pasó treinta y cuatro años, los más significativos de su vida. Lo que nos ofrece aquí María Mercader es una historia de amor; es el encuentro de dos personas que deciden no reprimir sus sentimientos ni siquiera frente a obstáculos que parecen insuperables.

Es la historia de una mujer que afronta su propia vida con resolución y valor, pero también con temores y miedos y, sobre todo, siempre con mucha dignidad

De la multitud de personajes, tomados todos terriblemente de la realidad - como, por ejemplo, Sam Goldwin, Charlie Chaplin, Cesare Zavatini y Amedeo Nazari- emerge, con gran claridad y relieve, la figura de Vittorio de Sica.

Nos fascinan sus relámpagos de genio, su constante creatividad de actor y director, su ser protagonista en un mundo que sólo desde el exterior puede parecer dorado, su voluntad de vida y su nunca manchada juventud de espíritu.

Hay mucha nostalgia en este libro

respecto a una época a la que estamos unidos por las películas del gran director. Se trata de un amplio arco de años, del que todos recordamos, en especial, el intenso y glorioso momento del realismo.

Con la historia de su vida, María Mercader nos regala, en efecto, una historia de la Roma del cine, muy italiana, que se lee con interés y placer.

Es un testimonio dado con irreductible candor, un documento humano que se hace apreciar - entre otras cosas - por su sinceridad.