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Jaime Alfonso De Guzman Y Clarafuente (Federico Moore)

 

Verano 1929, 104pp., segunda edición, rústica en cartulina. Volumen numerado. En muy buen estado.

 

BREVE EXPLICACION PRELIMINAR.

Con este libro no se pretende en manera alguna atacara la próspera y honorable ciudad de Mar del Plata, una de las más prestigiosas de la primera provincia argentina. Somos de los más afanosos en reconocer las excelentes condiciones de laboriosidad y progreso que son honra y ornato de Mar del Plata. Nuestro objeto, mas sencillo y más intenso a la vez, se reduce a intentar que la Mar del Plata veraniega, la de los rastacueros y los profesionales del azar, sea digna de la ciudad misma y de sus nobles tradiciones.

Para nadie es un misterio que, dada la marcha que sigue Mar del Plata en su condición de playa de veraneo, la continuación de esa marcha es un peligro para la moral porteña y bonaerense y, en término no lejano, para la moral argentina. Cuando hablamos de la moral, no nos ponemos ruborosos y gazmoños ni le negamos a nadie el derecho al placer. De lo que se trata es de sal. var lo mejor de nuestros hábitos, la dignidad de nuestras costumbres y la salud de la economía privada. Pues contra todo esto conspira el funesto verano marplatense.

Mar del Plata es, por sus orígenes y por eierta lógica geográfica, ciudad destinada a constituir algo así como el Biarritz o el San Sebastián de esta parte del mundo.

Las fuentes esenciales de su florecimiento y de su gran-deza, están en esa actividad. Mar del Plata debe ser siempre sitio de veraneo lujoso. Pero esto no quiere decir que forzosamente deba ser sede de todos los vicios combinados con todas las necedades. Porque si bien el vicio resulta explicable en las grandes sociedades decadentes donde se nutre del refinamiento mismo de las costumbres y de cierto nerviosismo perverso propio de todas las decadencias, no tiene motivo que lo permita cuando se trata de crearlo artificialmente, sin elegancia y a costa de las más caras prerrogativas de una pujante sociedad joven.